miércoles, 2 de septiembre de 2009
Montañas ?...
Montañas ?...
El dolor es una válvula; un escape del alma, pero la amargura es peligrosa y el odio es dañino y letal.
Son como una cizaña de grandes raíces que crece en el corazón y corrompe toda la vida.
No permitamos que el odio y su consecuente amargura, se alojen en nuestro corazón sólo para descubrir que se volverán en nuestra contra.
La única manera de hallar paz y descanso para el alma, es tomar el sendero de Dios. Llevemos toda injusticia ánte El, y tengamos paciencia, confianza y fe.
Fe es tener la convicción de que algo pasará; es decirle a nuestras montañas, que se moverán.
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