sábado, 22 de enero de 2011

Gracias Señor


Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿que dices?. Mas esto decían tentándole, Pero Jesús, hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.Y como insistieran en preguntarle,se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra. Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, desde los mas viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿ninguno te condenó?Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni Yo te condeno, vete y no peques más. ( Juan 8:4-11 )

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