jueves, 15 de noviembre de 2007

Gracia de Dios

Confiad, revestíos de humildad porque Dios resiste al soberbio. Significa que Dios mismo es el que se opone en contra y no le permitirá avanzar, le cortará el paso para que no logre lo que anhele. El soberbio aparece por encima de otros se cree superior y quiere lo mejor sin trabajar.
Pero Dios da gracia al humilde, sobre él derrama su favor, belleza y bendición. Le abrirá el camino y tendrá fuerzas del Señor; pero al soberbio toda puerta se le cerrará.

“Humillaos pues bajo la poderosa mano de Dios”




Los cielos son para la tierra y nada en la tierra es para el cielo.
La tierra es para el hombre y el hombre es para Dios.
Este es el propósito del Señor, ganar la humanidad.

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