La Vida de Dios
Alentar a las personas a tener un encuentro con Dios, no es una acción religiosa.
La Palabra de Dios alentará en la fe y sabremos qué hacer y a quien recurrir en tiempos de dificultad.

Dios derrama bendición sobre los que se han determinado ser bendecidos.
La Vida de Dios debe estar en mi espíritu. Si tengo esa Vida puedo atravezar cualquier inconveniente que se oponga.
A las personas hay que amarlas; y a las cosas hay que usarlas ... no es a la inversa.
Cuando obramos conforme a la Voluntad de Dios, tenemos paz. De lo contrario, andamos como león rugiente.














































